«Cada día más señora”: una tendencia que no se trata de edad, es un lifestyle
por Andrea J. Fuentes Carreto
1. ¿Por qué todos queremos ser señoras ahora?
De un momento a otro, el “ser señora” se volvió parte de las conversaciones entre millennials y “chavos”, sobre todo en Instagram, TikTok y Facebook. Todo empezó con el “desayuno de señoras” y, de ahí, se desató. Comenzamos a decir frases como “señora de las plantas”, “señora de Las Lomas” y, por supuesto, la reina de la tendencia: “la señora de Costco”. Lo curioso es que ser señora ya no tiene que ver con la edad; es una cuestión de lifestyle.
Es un trend que parece haber llegado para quedarse. En redes sociales hay cientos de usuarios compartiendo contenido de sus desayunos de señoras, memes sobre ser señora y cosas que “te hacen señora”. Incluso hay influencers que se han apoderado del trend, y marcas y negocios que han crecido a partir de él: desde tiendas de plantas hasta moda “de señora”.
En este artículo estaré analizando esta tendencia más allá de los memes y los posts. ¿Qué nos está diciendo esta moda? ¿A qué deberíamos ponerle atención? ¿Las redes sociales son un factor para resignificar estereotipos? ¿Cómo impacta en los hábitos de consumo? ¿Tiene que ver con lo aspiracional?

2. ¿Qué significa “ser señora” hoy?
“Señora” era (y sigue siendo) una palabra asociada con la edad y el rol que las mujeres tenían dentro de la familia. Se refería a mujeres casadas, reservadas, responsables del hogar, con hijos, tradicionales, una figura de autoridad (cuando se le permitía). Pero, de un tiempo para acá, se comenzó a usar quitándole la connotación negativa que pudiera tener. Empezó a asociarse con un estilo de vida y con actividades específicas que “son de señoras”, pero que ahora cualquiera puede disfrutar sin tener que serlo.
Hoy, “ser señora” en redes sociales se trata de tener muchas plantas y cuidarlas, ir al súper y disfrutar el proceso, hacer caminatas o ejercicio matutino, saber de limpieza del hogar por gusto (y aceptarlo), usar ropa “conservadora” pero con un twist moderno, emocionarse al llegar al área de decoración del hogar, cambiar las salidas al antro por desayunos con amigas y echar chisme.
Pareciera que, en TikTok, ser señora es hacer todas estas cosas, pero saltándose la etapa del matrimonio y los hijos (en la mayoría de los casos).
Por otro lado, este trend también tiene su lado aspiracional. Durante un buen rato escuchamos el término “señora de Las Lomas”. ¿Qué significa esto? Tener el rol tradicional de una señora, pero con dinero y privilegios. ¿De qué privilegios hablamos? Una casa en una zona exclusiva, no tener la necesidad de trabajar, hacer ejercicio temprano, tener ropa de marcas como Lululemon o Alo, hacerse procedimientos de belleza, viajar por el mundo, tener niñeras, acceso a educación privada, camionetas de lujo, etc.

3. De estereotipo a estética: el giro cultural
Este es un claro ejemplo de cómo las generaciones y los segmentos pueden resignificar estereotipos en nuestra sociedad, lo cual es una muy buena noticia, pero también una alerta para que las marcas chequen de qué estereotipos con connotación negativa se están colgando. Porque en cuanto estos se resignifican, los pueden cancelar… y cerrarles el changarro.
Y ahora, con TikTok e Instagram, es más fácil reproducir estos mensajes, así que ¡aguas! con lo que comunicas en tus campañas, no te vayan a cancelar como ya le ha pasado a Doritos.
Y es que pareciera que alabar la “vida de señora” es una respuesta a la vida hiperproductiva y performativa de otras tendencias, que en vez de liberar, pareciera que te exigen. Recordemos cuando “estar flaca” estaba de moda: no era una tendencia para disfrutar o relajarse, era una tendencia de exigencia y toxicidad. Por el contrario, “ser señora” es disfrutar la vida sin que te hagan bullying por ello.
Por ejemplo, vemos TikToks sobre “señoras de las plantas” mostrando sus jardines, hauls de Costco, diarios de cuando van al súper, “hacks de señora” para el hogar y morning routines…

4. ¿Por qué las generaciones jóvenes lo están adoptando?
Después de la pandemia, descubrimos que las redes sociales eran un espacio para desahogarnos, sacar humor, hablar de nosotros y, más que nada, conectar. Y este trend ayudó a conectar a:
• Jóvenes que buscaban confort y control en medio del caos postpandemia y toda la incertidumbre que cargaban.
• Quienes valoran cosas cotidianas o que ya tienen, en vez del “deber ser” o “deber tener” con el que los bombardearon en su adolescencia.
• Personas que encuentran en el humor una forma de apropiarse y resignificar estereotipos.
• Quienes reconocen el espacio doméstico como un lugar de expresión, pertenencia y seguridad.
De hecho, esta tendencia se cruza con el slow living, porque muchas de las actividades que hoy se etiquetan como “gustos de señora” (hacer el súper con calma, cuidar plantas, desayunar rico, ordenar tu casa, etc.) coinciden con principios del slow living: bajar el ritmo, disfrutar lo cotidiano y romper con la exigencia de estar siempre haciendo algo productivo.

5. Del contenido a la compra: ¿solo una moda o un nuevo perfil de consumidor?
Hemos visto cómo han ido cambiando poco a poco las categorías más consumidas y su comunicación. ¿Recuerdan cuando los comerciales de productos de limpieza estaban dirigidos únicamente a “señoras mamás”? Bueno, ahora los vemos mucho más generales, mostrando desde jóvenes hasta adultos con perrhijos.
Marcas como Scrub Daddy están dirigidas a un segmento joven, como el de las “nuevas señoras”: personas que están entrando en este mundo de responsabilidad y que usan las redes sociales como su biblia para tomar decisiones de compra.
Además, en México hemos sido testigos del boom de restaurantes enfocados en desayunos y cafeterías. ¿Por qué? Porque hay una parte de la población que se está inclinando por planes “más de señora” en lugar de la vida nocturna que tradicionalmente se espera que todos los jóvenes disfruten.
Entonces, ¿ser señora es solo una moda o realmente estamos viendo a un nuevo tipo de consumidor joven-adulto con valores diferentes? Podría decir que ambas. Por un lado, esto de “ser señora” lo vemos claramente en videos, memes y stickers como una moda. Pero también hay un nuevo (o no tan nuevo) consumidor post pandemia, que busca una vida tranquila, enfocada en sí mismos y en sus hogares.
Y no olvidemos que constantemente los consumidores buscan resignificar y apropiarse de figuras culturales que parecían anticuadas. El arquetipo de “la señora” está siendo transformado en una nueva forma de aspiracionalidad: más doméstica, más consciente y, sobre todo, más compartida.
6. ¿Qué nos dice la ‘señora’ sobre el futuro del consumo?
Por un lado, vemos cómo resignificamos símbolos. Las generaciones jóvenes están tomando elementos del pasado y dándoles un nuevo valor, más relajado, más consciente y mucho más compartido, para bien o para mal.
Además, esta tendencia nos muestra cómo lo aspiracional ya no se trata solo de lujo, fama o estatus visible, sino de paz mental, orden, salud y tiempo para disfrutar lo cotidiano. La idea de éxito está cambiando: ya no es solo lo que muestras en redes o el reconocimiento externo, sino lo que logras construir para ti en tu día a día y en tu casa, no solo en la calle.
Finalmente, el auge del “ser señora” también revela cómo el cuidado cotidiano, el hogar y los pequeños placeres están redefiniendo qué significa “vivir bien” para las nuevas generaciones.
El consumo se está inclinando hacia lo funcional, lo estético, lo emocional y lo consciente. Y en medio de tanta incertidumbre, eso es exactamente lo que muchos buscamos: comodidad, calma y conexión real.