La Gen Z ya llegó al pasillo de enlatados y conservas. Esto es lo que necesitas saber para conectar con ella

por Andrea J. Fuentes Carreto

Introducción

Sé que empezar un artículo hablando de “enlatados y conservas” puede sonar boooooooring, pero aquí vamos más allá de las latas y frascos en sí…

Vamos a hablar de la Gen Z que los compra: ¿cuándo los usan?, ¿para qué?, ¿qué buscan? Y, sobre todo, ¿qué no deberías perder de vista si quieres que elijan tu marca sobre las demás?

Empecemos con un pequeño repaso de la Gen Z, nacieron aprox entre 1997 y 2012, eso significa que en 2025 tienen entre 13 y 28 años. Son jóvenes que crecieron con internet, redes sociales y smartphones en la mano. Tienen un radar afinado para detectar lo que es auténtico, funcional y visualmente atractivo. Y sí, también cocinan… pero sin complicarse.

Y bueno, por si alguien aquí anda perdido sobre qué pasillo del súper vamos a chismear…

Las latas y conservas son productos alimenticios que se procesan y se empacan en latas o frascos para alargar su vida útil. Pueden ir desde básicos como atún, frijoles, chiles y verduras, hasta preparaciones listas para comer como sopas, salsas o comidas completas.

Aquí tenemos muchas marcas ya posicionadas y que TODOS conocemos, como Herdez, La Costeña, Dolores, Del Fuerte o San Marcos… pero hoy la competencia se ha puesto difícil con la generación que se suma como nueva clientela de este pasillo.

Y es que sí, es real: la Gen Z ya se está saliendo de casa de sus papás y, como no puede vivir de maruchan y Uber Eats, no hay de otra… tienen que aprender a comprar y a cocinar.

Abordaremos unos cuantos insights que tenemos en la mira y que si o si hay que tener presentes para estos pasillos.

Insight #1 – Cocinan más, pero no quieren complicarse la vida

“Tienen poco tiempo y mucha hambre”

Muchos “chavos” Gen Z ya están en el mercado laboral. De hecho, según un estudio del Tecnológico de Monterrey, el 67% de los jóvenes de la Generación Z en México ya cuenta con ingresos propios:

36% tiene empleo eventual
31% cuenta con empleo fijo
13% obtiene ingresos de negocios propios

Esto significa que muchos ya tienen responsabilidades de “adultos”, entre ellas: cocinar y hacer el súper. Sin embargo, entre el ritmo de vida, el trabajo y las actividades que los hacen felices, queda muy poco tiempo. Eso influye directamente en su forma de consumir: buscan opciones sin complicaciones, pero con sabor casero.

Y bueno… los enlatados son sinónimo de comida lista para usar, sin tener que quemar la cocina.

¿Qué pueden hacer las marcas para ganar en este pasillo?

No basta con estar ahí “por si acaso”. Hoy, la clave está en comunicar lo práctico sin sonar básico. La Gen Z no quiere que le expliques qué es el atún: quiere que le enseñes qué puede hacer con él en menos de 15 minutos y sin lavar tantos trastes.

Los enlatados tienen todo para ser protagonistas en ese estilo de vida rápido y resolutivo, pero necesitan un refresh en su storytelling:
 
• Recetas reales para realidades reales (económicas, rápidas y cool)
• Formatos pensados para redes sociales (videos cortos, reels, TikToks)
• Un lenguaje que conecte con su vida, no con el recetario de la abuela

Porque sí: el producto funciona. Lo que falta muchas veces es cómo se cuenta.

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Insight #2 – TikTok es el nuevo recetario… y los chefs ahora son influencers

“Lo vi en TikTok”

Una de las frases más escuchadas por esta generación. Y es que los videos cortos, ya sean de TikTok o Instagram Reels, son un éxito total.

De hecho, el 75% de la Gen Z en México consume contenido de video digital, y el 43% muestra interés en la comida y la gastronomía. O sea, están más que puestos para ver y probar recetas que encuentren online.

Títulos como “Comida completa por $50”, “Meal prep para la uni”, “Lo que como en un día” o “Receta fácil, rápida y buenísima” están por todos lados. Y en ellos, ingredientes como atún, chícharos, elotitos, frijoles o champiñones aparecen como salvavidas por su precio y practicidad.
 
Algunas marcas ya lo entendieron, y por eso vemos a tiktokers que conectan con esta generación —como @robegrill— incluyendo publicidad de productos del súper en sus recetas, o incluso haciendo colaboraciones.

Pero ojo: no se trata de trabajar con cualquier influencer. No es lo mismo el público de @mesa_sana que el de @rorofit o @robegrill.

TikTok es como un recetario abierto para todos los gustos, y eso convierte a los creadores de contenido en puntos clave de validación del producto. Si lo usan, si les gusta, si lo recomiendan con una receta creativa… el producto entra al carrito del súper (o mínimo, al radar del consumidor).
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Insight #3 – Bueno, Bonito, Barato y Behind the product

“Sí, quiero comer bien. Pero también quiero saber qué hay detrás del producto”

La Gen Z está buscando mucho más que funcionalidad: cada elección de compra dice algo de ellos, de sus valores y hasta de su estilo. Por eso, cuando un producto logra ser:

Bueno → que sepa rico, tenga buena calidad o aporte valor nutricional.
Bonito → que tenga un diseño estético, llamativo, instagrameable.
Barato → accesible, que no le duela al bolsillo, especialmente si son estudiantes o recién independizados.
Behind the product → que tenga una historia, un propósito, algo que contar más allá del contenido.

No se trata solo de lo que hay dentro de la lata o el frasco, sino de lo que representa. ¿Quién está detrás? ¿Es una marca local? ¿Apoya a una comunidad? ¿Tiene un trasfondo emocional o social?

Y aquí es donde muchas marcas pueden encontrar una oportunidad real: activar su storytelling de forma congruente, emocional y honesta. Contar quién lo hace, desde dónde, qué historia hay detrás de ese frasco. ¿Qué familias están involucradas? ¿Qué sueños tienen? Ese tipo de narrativas pueden ser el “reason why” que haga que un producto salte del estante… al carrito.

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Insight #4 – Si no es bonito, no entra a la alacena

“Lo asterik vende”

Aunque todavía no vemos tantas marcas comerciales de alimentos enlatados o conservas sumarse a esta tendencia, es algo a considerar, especialmente en los próximos años, cuando más personas de la Generación Z vivan como adultos independientes.

En otras categorías como el maquillaje o el skincare, los empaques minimalistas, vintage, aesthetic o clean ya han conquistado a esta generación. No sería una locura pensar que, en un pasillo dominado por empaques en tonos intensos —como rojo o azul— y con fotos genéricas de verduras, un diseño clean, visualmente curado y honesto podría hacerle ojitos a los “chavos”.

De hecho, el 56% de la Gen Z está menos dispuesto a volver a comprar un producto si su empaque no es sostenible o atractivo, y el 40% valora la personalización como un elemento diferenciador. Para ellos, el empaque es parte de la experiencia y comunica más que solo el producto: comunica valores.

Puede que aún no suceda en el pasillo de los chícharos, pero en otras áreas de conservas ya se ve el potencial. Una mermelada natural sin “tanto químico” pide a gritos un diseño limpio y natural. Lo mismo una conserva de duraznos orgánicos: un frasco minimalista, con solo lo esencial, y que deje el storytelling para las redes sociales y TikTok, donde la marca puede profundizar en el origen, el proceso y la historia detrás del producto.

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Insight #5 – Ocasiones de consumo nuevas y fuera del molde

«Hay que comprar para la casa, para el picnic, para el hike, para una date, etc»

La Generación Z es una generación en movimiento que busca experiencias al aire libre y actividades que les hagan sentir algo, ya sea en grupo o en solitario, pero siempre con la intención de romper la rutina. De hecho, el 77% de los jóvenes latinoamericanos de la Generación Z disfrutan de la naturaleza y las actividades al aire libre.

Por eso, los formatos pensados para on-the-go, packs individuales, combinaciones listas o campañas que representen estos nuevos contextos son una jugada ganadora con la Gen Z. Ojo: no aplica para todos los productos. Por ejemplo, el atún ya evolucionó de lata a sobre, ideal para quienes lo incluyen en su dieta pero no quieren cargar con la lata. En cambio, un sobre de elotitos… quizá no sería tan práctico.

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Insight #6 – Alimentación saludable: Menos almond mom y más bienestar y salud mental.

La Gen Z no quiere ser la típica “almond mom” obsesiva (ya sabes, esa que anda súper estricta y ultra healthy todo el tiempo). Esta generación busca algo distinto: una alimentación que tenga sentido, que cuide su salud pero sin generar estrés ni culpa y, por supuesto, que esté a su alcance.

De hecho, según un estudio de Ogilvy de febrero de 2022, el 70% de los Gen Zers dice que su salud mental necesita la mayor atención o mejora. Además, la American Psychological Association señala que la Gen Z es el grupo demográfico que más reporta preocupaciones sobre salud mental, algo que no sorprende dada la serie de eventos traumáticos que han vivido, desde la pandemia global hasta tiroteos escolares masivos.

Por eso, esta generación valora un bienestar integral donde la salud mental y emocional pesan tanto como lo que hay en el plato. No solo eso, sino que también el 71% de los consumidores Gen Z aprecian que las marcas integren el cuidado de la salud mental en su comunicación y marketing, según datos de YPulse.

Hay que resaltar que se busca un bienestar integral, donde la salud mental y emocional pesan tanto como lo que hay en el plato. Prefieren opciones que les ayuden a sentirse bien consigo mismos, sin andar contando calorías ni siguiendo modas rígidas.

Por eso, en el mundo de los enlatados y conservas, la Gen Z valora productos prácticos, funcionales y con ingredientes “clean” o naturales, sin tantas etiquetas confusas ni promesas exageradas. Cosas que les faciliten comer bien sin complicarse la vida y que al mismo tiempo les hagan sentir que cuidan cuerpo y mente.

xss

Conclusión

La Gen Z está entrando con fuerza en este segmento de mercado y su presencia ha ido creciendo. Por eso, un estudio de mercado es clave para entender a profundidad sus motivaciones y conductas de consumo. Estos son solo algunos de los insights que hemos identificado, pero cada marca es distinta y necesita un enfoque único para aprovecharlos de manera estratégica.

Detectar insights reales permite a las marcas adaptar su comunicación, formato y producto a las necesidades específicas de esta generación —y también a las de la propia marca—, tomando decisiones que impacten no solo el marketing, sino también las finanzas, la producción y toda la cadena de suministro.

Y para cerrar, te dejamos tres puntos para reflexionar:

• Conocer sus hábitos digitales, como el uso de TikTok y la influencia de creadores de contenido, permite diseñar campañas más auténticas y efectivas.
• Evaluar sus preferencias sobre empaque, sostenibilidad y bienestar integral abre la puerta a innovaciones que conecten emocionalmente.
• Un buen estudio de mercado facilita la creación de storytelling que va más allá del producto y construye relaciones duraderas con el consumidor.

En Global Tag te ayudamos a leer los cambios, medir lo que realmente está pasando por la mente de la Gen Z y convertir eso en oportunidades.